lunes, agosto 7

¿Pongo mi confianza en Jesús?

En el Evangelio de este domingo se nos habla de la Transfiguración, tema un poco difícil de entender.

Jesús tomó a sus discípulos más cercanos (Pedro, Santiago y Juan), los llevó al monte Sinaí y se transfiguró en su presencia, “su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz” (Mt. 19,3). Aparecen luego junto a Él Moisés y Elías – alianza y profecía - ahora como testigos de la gloria de Jesús. Luego Dios dice: “Éste es mi Hijo muy amado, escúchenlo”.

Como nos comentaba el padre Donald Fetters, de alguna manera la transfiguración se relaciona con el fracaso, en la medida que anticipa que Jesús va a morir por la humanidad. Pero también es un anticipo de la resurrección. Este hecho confirmó la fe de los apóstoles para los tiempos difíciles del ministerio de Jesús.

Jesús nos invita, con su ejemplo de fidelidad a la voluntad del Padre, a descubrir cada uno a qué nos está llamando Dios. Ya sea que seamos niños o ancianos, siempre el Señor nos hará saber qué espera de nosotros, nos revelará nuestra vocación.

Al mismo tiempo, Jesús nos invita –como a sus más queridos y cercanos discípulos - a descubrirlo transfigurado, a no tener miedo y poner nuestra confianza en Él, especialmente en los momentos más difíciles: en el dolor, en el sufrimiento, en las contradicciones de la vida, ya sea en el ámbito de nuestra familia, en nuestra fe, en nuestras relaciones con los demás, en nuestras preocupaciones acerca del futuro. Cuántas veces, al mirar para atrás descubrimos que aquello que nos atribuló tanto en el pasado, hoy lo vemos en una perspectiva distinta, con más esperanza, con más templanza, y sin asignarle tanta importancia en el contexto de nuestra vida en general.

Aún en nuestras peores dificultades tengamos el oído atento para escuchar del Padre que nos dice: “Éste es mi hijo muy amado, escúchenlo”, porque en la vida de Jesús, Dios nos revela cómo entender todas las circunstancias de nuestra vida y la forma de actuar en respuesta a su amor.


Colaboración
Felipe y Ximena