domingo, marzo 18

El Padre Misericordioso

Ya de vuelta con liturgia infantil, nuestro hijos también tuvieron la oportunidad de reflexionar respecto del gran corazón que se necesita para perdonar.

Volver a mirar lo que pasa con este Padre y sus dos hijos. Unos hijos que parecen controlar a su Padre, es lo que reflexionó junto a quienes participamos de la misa dominical en el colegio, el Padre Robert Simon, C.S.C. Un hijo le pide la herencia al Padre y este se la da, y el otro se niega a entrar a la casa cuando celebran el regreso del hijo pródigo, y el Padre sale a buscarlo.
El Padre ama profundamente a ambos hijos.
El menor de los hijos, cuando empieza a sufrir, cuando ve el efecto de sus actos, entonces se arrepiente y decide volver a casa, que significa la busqueda de la posibilidad de empezar de nuevo. Estamos en cuaresma, y el propósito es justamente ese, volver a casa y recomenzar. Si alguno de nosotros nos sentimos hoy un poco lejos de Dios necesitamos de 3 cosas: arrepentimiento, conversión y recomenzar.
La esperanza la da el saber que el amor del Padre está siempre esperando, Dios nos espera todos los días y su amor no tiene límites. La parte de la tarea nuestra, que es nuestra opción libre, es decidir volver, y podemos pedir al Señor su gracia por nuestra reconversión.
El Señor nos dará esa gracia, el poder vivir de nuevo la vida sintiendo su presencia cercana.
Depende de nuestro deseo de recomenzar, y dar en esta cuaresma un sentido que marque el regreso a la casa del Padre.