domingo, septiembre 30

Ni aunque resucite un muerto




El Padre Simon CSC, nos recuerda que San Lucas provenía de un pueblo de comerciantes, donde existía riqueza. Es por ello, que quizás como ningún otro evangelista, aborda estos pasajes de la vida de Jesús con especial detalle, y nos resulta interesante para todos nosotros, que vivimos en medio de una sociedad hedonista. Ya nos recordaba el padre Simon CSC, que no está mal tener dinero, lo importante si, es ver en que ponemos nuestras preocupaciones. De allí que hablar del jardín de los espejos resulta especialmente interesante hoy.

Este domingo la parábola de Lázaro y el hombre rico nos relata que el abismo que existe acá en la tierra entre el pobre y el rico, se mantendrán después, pero al revés. Jesús muchas veces trató de comunicar esto a los fariseos, que se encargaron de crear muchas normas que ellos no cumplían, y les decía que si van a cumplir con estas reglas, que no sea para mayor enriquecimiento personal, sino para compartirlo con nuestros hermanos. Esta es simplemente una manera de mostrarnos que , la manera que vivimos hoy, tiene mucho que ver con como vamos a vivir después. Bienaventurados los pobres que tienen espíritu de pobres, pues nos es mandado salirnos de nosotros mismos. Primero cuidando de nuestra familia, y luego yendo mas allá, al modo de Moreau. Jesús cuando habla a los fariseos, también nos está hablando a nosotros hoy.
Pidamos al Señor, para que no deje que nunca el afán de riqueza, por pequeñas que estas sean, nos cieguen tanto que no veamos las necesidades de nuestros hermanos que nos rodean.




El evangelio de este domingo,